CÍBORG

CHRIS DANCY, EL CYBORG MÁS CONECTADO DEL MUNDO

Cyborg Chris Dancy lleva implantes por todo el cuerpo

La vida de Chris Dancy es lo más parecida a un cyborg. A través de 11 dispositivos implantados en su cuerpo mide todos sus movimientos, su presión sanguínea, la temperatura del cuerpo, su peso y el oxígeno. Su casa no se libra, tiene más de 20 mil sensores con los que digitaliza la cantidad de aire que respira, la temperatura ambiental, la luz y la humedad, entre otras cosas.

Dancy busca analizar cómo la tecnología impacta en su cuerpo, en su entorno y los vínculos que se crean entre ellos, tanto que expresa que es un cyborg consciente porque usa la tecnología a su favor.

Inicio del hombre Cyborg Chris Dancy

Fue en el año 2007, cuando Dancy estaba a punto de cumplir 40 años, y se encontraba ejerciendo su carrera creando sistemas informáticos para empresas de software. Descubrió que era posible utilizar esas habilidades para mejorar su propia salud y, desde ese momento, su vida dio un giro radical.

Este especialista informático logro tener una vida más saludable gracias al seguimiento digital de cada uno de sus signos vitales. Dejó de fumar, empezó a comer de manera más saludable y consiguió adelgazar unos kilos. A día de hoy, Dancy se describe a sí mismo como filósofo, artista y cyborg consciente, compartiendo ciertos aspectos con Neil Harbisson, el cíborg con la antena en la cabeza.

Chris Dancy es un hombre cyborg

Residente en Brentwood, ciudad de Tennessee, su vivienda parece un laboratorio tecnológico, aunque no le gusta que los aparatos estén a la vista alegando que “La tecnología imperceptible es mejor que la obvia”

Su casa inteligente cuenta con sensores con los que automatizar puertas y ventanas y tiene un termostato que puede identificar la presencia de los humanos. Las luces se conectan vía internet. Su coche tampoco se libra de los avances tecnológicos. Mediante su sistema es capaz de registrar la frecuencia a la que acelera o el ritmo de su corazón mientras conduce.

Las personas al principio tenían una percepción errónea sobre él, ya que no sabían si considerarle un cíborg o un robot. No obstante, pero con la tecnología cyborg que países como Japón desarrollán en la actualidad, ya no le preocupa. “Solía molestarme que me vieran como un robot. Pero ya no espero eso porque ahora todo el mundo anda conectado a smartphones, relojes inteligentes y todo tipo de wearables”, explicaba.

Mundo hiperconectado sin privacidad

El hecho de estar conectado en todo momento a unos «wearables» que monitorizan todos los datos del cuerpo y del entorno, supone un posterior envío de dichos datos a la nube. Pero este sistema no está libre de corrupción y la ciberseguridad aún no está preparada para frenar estos ataques.

Pero a la hora de realizar un balance, Dancy tiene una mirada positiva. Este tipo de información se encuentra disponible para todo el mundo y asegura que, además de emplearla para tener una vida sana, es posible conseguir paz mental.

Dancy señala que útil no es lo mismo que conveniente. Pone el ejemplo de que los smartphones son fáciles de usar y convenientes, pero no siempre ayudan a las personas y según su forma de ver la tecnología debería servir para facilitar la vida de la gente.

En su libro “I am you tomorrow” explica cuál es su proyecto de “felicidad digital” basado en su experiencia profesional. Y, aunque se muestre más optimista que pesimista respecto al futuro, añade que “si dijera que soy del todo optimista no estaría siendo realista. No creo que nadie esté realmente preparado para lo que se nos viene encima”.

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